La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) construye seis hoteles en la selva, que forman parte de las obras complementarias del Tren Maya.
Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) preguntó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) si la Sedena presentó los documentos de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para cada edificación. La dependencia respondió que, de los seis alojamientos, solo tiene una solicitud que se encuentra en procedimiento de evaluación para el hotel que se establecerá en Edzná, Campeche.
La Dirección General de Ingenieros de la Defensa Nacional es el área que está a cargo de las obras. Además del complejo de Edzná, construirá otros hoteles en Calakmul, Campeche; en las zonas arqueológicas de Uxmal y Chichen Itzá, en Yucatán; en Tulum, Quintana Roo; y en Palenque, Chiapas.
La MIA es un estudio técnico y científico que indica los efectos que puede ocasionar una obra sobre el medio ambiente y debe realizarse previo a proyectos industriales o de infraestructura, de acuerdo con información de la Semarnat.
Pese a que la Manifestación de Impacto Ambiental es un paso obligado para cualquier empresa o persona que pretenda hacer alguna construcción o actividad que pueda causar desequilibrios ecológicos, los megaproyectos impulsados por el presidente Andrés Manuel López Obrador cuentan con un blindaje, ya que por decreto fueron catalogados como de seguridad nacional y con autorizaciones provisionales pueden empezar a cimentar sin importar cómo repercutirán en el medio ambiente. Es el caso del Tren Maya y sus complejos complementarios.
En su respuesta a una petición de información vía transparencia sobre las MIA para la construcción de los alojamientos, la Semarnat explicó que consultó a sus Oficinas de Representación ubicadas en los estados en que se realizan los trabajos.
“Se informa que no se encontró registro o evidencia de la información en esta Unidad Administrativa de proyectos que refiera la construcción de las obras complementarias del Tren Maya y en específico el hotel ubicado en el municipio de Tulum”, aseguró la representación de la Secretaría de Medio Ambiente de Quintana Roo.
De la misma forma, las oficinas de Yucatán y Chiapas respondieron que no contaban con ningún expediente.
Talan y reportan tarde los daños
La Dirección General de Ingenieros de Sedena tramitó la Manifestación de Impacto Ambiental para las obras del hotel de la zona arqueológica de Edzná el 5 de octubre de 2023 ante las ventanillas de la Semarnat.
En la MIA, la Sedena establece que desde el 8 de marzo de 2023 contaba con una autorización provisional para avanzar con el proyecto y que, a la fecha de la presentación del documento, la construcción tenía un avance de 25 por ciento.
Lo anterior muestra que siete meses después de iniciar la edificación del hotel Edzná, la Defensa Nacional promovió el trámite para informar las consecuencias que tendría al medio ambiente su infraestructura, misma que seguía en procedimiento al 4 de diciembre pasado. La dependencia aseguró que la superficie de afectación total será de 37 mil 657 metros cuadrados, para lo cual desmontó 889 árboles, la mayoría de la especie Guazuma ulmifolia que son árboles que miden hasta 25 metros de altura, con flores de color amarillento.
Calakmul: Construyen en área protegida
La zona arqueológica Calakmul, también situada en Campeche, contará con otro de los hoteles que complementará la infraestructura del Tren Maya. El coronel Blas Andrés Núñez Jordán, jefe del Centro Coordinador de Operaciones del Tren Maya, informó en la conferencia matutina del lunes pasado que serán 144 habitaciones en las que podrán alojarse los visitantes.
Sin embargo, esta región del sureste mexicano está catalogada como un área protegida por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), además de que la UNESCO inscribió a esta biósfera como Patrimonio Mundial en 2002 por contener uno de los hábitats naturales más significativos para la conservación de la diversidad biológica, incluidos aquellos que contienen especies amenazadas desde el punto de vista de la ciencia o la conservación, entre otros criterios.
De acuerdo con la Semarnat, esta es otra obra que se construye sin las mediciones sobre el impacto que tendrá la construcción y operación del hotel. En un video compartido por el activista del colectivo Sélvame del Tren, Michel Duhart, grabado a inicios de 2023, se observan excavaciones y parte de los que serán los cimientos del complejo turístico en medio de la biósfera.
En un recorrido por la zona, el activista también obtuvo imágenes de maquinaria pesada en un camino entre la selva que será uno de los accesos al hotel
Dónde antes era selva ahora hay concreto y maquinaria prohibida. Crédito: Sélvame del Tren
El permiso del presidente
Con el objetivo de acelerar sus megaproyectos y blindarlos de suspensiones por no acatar los lineamientos de evaluación del impacto ambiental, el 22 de noviembre de 2021 el presidente López Obrador publicó un acuerdo en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en el que los declaró como de interés público y seguridad nacional.
En dicho decreto, el primer mandatario instruyó a dependencias como la Semarnat a autorizar de manera provisional “la presentación y/u obtención de los dictámenes, permisos, licencias necesarias para iniciar los proyectos”. Con ello, dio luz verde para que Sedena en coordinación con Fonatur y Fonatur Tren Maya avanzaran con la construcción del Tren Maya sin rendir cuentas sobre los daños que esta dejará al ecosistema de la selva del sureste.
El gobierno del tabasqueño también pudo ocultar información sobre sus obras insignia, ya que al tener esa nueva categoría, pudo plantearlo como argumento para negar el acceso a la información para la ciudadanía, pues así lo señala el marco legal.
“Toda la información generada (…) sólo podrá ser clasificada excepcionalmente como reservada temporalmente por razones de interés público y seguridad nacional, en los términos dispuestos por esta Ley”, indica el artículo 4 de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información.
Fue por esa razón que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) promovió un recurso de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación bajo el argumento de que se vulneraba el derecho a saber de la ciudadanía.
El 18 de mayo de 2023, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró la inconstitucionalidad del también llamado “decretazo” con 8 votos a favor y 3 en contra. De manera automática, el presidente AMLO publicó un nuevo decreto en el mismo sentido.
“La construcción, funcionamiento, mantenimiento, operación, infraestructura, los espacios, bienes de interés público, ejecución y administración de la infraestructura de transportes, de servicios y polos de desarrollo para el bienestar y equipo tanto del Tren Maya como del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, así como los aeropuertos que se indican, son de seguridad nacional y de interés público”, se lee en el DOF.
El INAI promovió un nuevo recurso ante la Corte para controvertir el segundo decreto del presidente. Mientras tanto, las megaobras avanzan sin dejar registro de su devastación a la flora y fauna del país, y además bajo un ambiente de discrecionalidad por la oportunidad que tienen las autoridades.