La caverna Garra de Jaguar, ubicada bajo el trazo del Tramo 5 Sur del Tren Maya, y por donde corre el acuífero subterráneo más importante de Quintana Roo, fue contaminada por un derrame de cemento proveniente de las obras que se realizan en la superficie.
El naturalista Raúl Padilla mostró el derrame de cemento, que fluye desde el techo de la caverna y se seca dentro de la misma.
El naturalista mostró también que el derrame se filtró entre las múltiples oquedades de la caverna, “prácticamente como un río”.
Detectan inestabilidad
La filtración de cemento en las cuevas puede estar ligado a la colocación de pilotes.
El hidrólogo Guillermo D’Christy señaló que partes del techo atravesado por los pilotes en cavernas del sistema Aktun T’uyul han comenzado a desprenderse por la vibración de la maquinaria y la porosidad del suelo kárstico, más suave en algunos puntos.
“La pura vibración de las máquinas arriba está haciendo que colapse el pedazo de las cavernas. Si se le pone aparte el gran peso, el tonelaje del concreto, el acero, todo lo que va a ser el viaducto, un tren con la vibración, eso está generando posibilidades de inestabilidad.