La decisión se basa en la posible afectación por hundimientos del megaproyecto, la ausencia de cambio en el uso de suelo y el inicio del desmonte sin los estudios adecuados
El documento indica que las obras deben pausarse hasta que se presenten ante el Juzgado Primero de Distrito del Estado de Yucatán los estudios geológicos, geofísicos y geohidrológicos requeridos en las condicionantes 9 y 10 de la autorización ambiental. Además, se debe obtener un pronunciamiento de la autoridad ambiental sobre estos estudios y su impacto en el proyecto.
Se subrayó la falta de estudios geológicos detallados. El suelo de la región, por su karsticidad, permite que el agua de lluvia disuelva rocas como el yeso y las calizas, lo que puede llevar a la formación de cuevas, cenotes, hundimientos y socavones, poniendo en riesgo la estructura del Tren Maya.
Para asegurar el cumplimiento, se ha solicitado a los responsables del proyecto entregar bitácoras, memorias de construcción y todos los registros disponibles.
También deben informar sobre los cenotes y cavernas en el tramo, así como las medidas tomadas para prevenir la contaminación del agua y responder a incidentes como derrumbes o socavones.
El amparo requiere que se informe al juzgado sobre:
- Los cenotes, cavernas y cuevas a lo largo del tramo 5 sur del Tren Maya.
- Medidas de prevención y protección adoptadas contra la contaminación del agua subterránea en el trazo.
- Incidencias como derrumbes, socavones u otros sucedidos en el tramo, y las acciones realizadas para resolverlos.